1/27/2006

Corona y Davos.

Como cada año la semana pasada se celebró el Foro Económico Mundial en Davos Suiza. En dicha reunión se encuentran las elites económicas y políticas de todo el mundo. El objetivo principal del Foro es discutir los principales problemas del mundo además de ser una pasarela del poder mundial.
En el contenido de sus conferencias se reflejan los ejes de poder en el mundo y cuáles son las principales preocupaciones de aquellos que manejan las compañías más grandes del mundo.
Revisando la lista de las principales conferencias a través de la página de internet,
http://www.weforum.org/, se hace evidente que América Latina no tiene un lugar importante en la agenda de Davos. En los últimos cinco años la elección de Vicente Fox y posteriormente la de Lula Da Silva en Brasil habían puesto los ojos en América Latina, sin embargo, la presencia fue languideciendo ante el incumplimiento de las expectativas de crecimiento y de reformas en el caso de México y la pérdida de credibilidad para Lula derivado de los escándalos de corrupción en su gobierno.
La ausencia de América Latina en la agenda, es reflejo del rezago económico de la región, no obstante, sigue siendo una zona importante en el mundo.
Si bien es cierto que para sobrevivir en la nueva economía mundial es necesario impulsar y construir los factores que nos permitan funcionar como una economía del conocimiento. Otro aspecto muy importante en la dinámica del siglo XXI es la mercadotecnia.
En contraste con América Latina la India ha montado una maquina de relaciones públicas en Davos para mostrarse como la estrella naciente de la economía mundial.
La promoción y la mercadotecnia son herramientas fundamentales en los nuevos tiempos. Al menos así lo ha entendido Corona que la semana pasada alcanzó un acuerdo para colocar dos anuncios con dos botellas de Corona en Times Square en el corazón de Nueva York.
Corona no se ha convertido en la cerveza extranjera con más ventas en los Estados Unidos por su sabor o por ser mexicana, se ha convertido en una cerveza con ventas en más de 150 países gracias a la mercadotecnia porque ha logrado construir un concepto de consumo respaldado por una infraestructura de distribución con un producto de alta calidad.
Muchas veces parece que en nuestro país nos olvidamos de la importancia de esta herramienta.
El problema es que para poder utilizar la mercadotecnia primero tenemos que tener un conocimiento claro de cuales son nuestras fortalezas y como encajan en las necesidades del mercado.
Lo mismo ocurre a nivel personal, para poder encontrar oportunidades laborales o de un negocio es necesario entender cuáles son nuestras habilidades. Una vez que las entendemos y las establecemos en relación al objetivo que buscamos, debemos aprender a comunicarlas.
Este aspecto es por demás complicado pero esencial, en el caso de un curriculum por ejemplo, es muy importante comunicar los aspectos importantes que podrían hacer que una empresa quiera contratarnos. En el caso de un negocio es aun más complicado ya que a veces se requiere de una fuerte inversión y de una asesoría profesional.
Lo importante es tomar en cuenta esta herramienta fundamental y considerarla indispensable en cualquier negocio.
Por supuesto ninguna promoción ni plan de mercadotecnia funciona cuando no está respaldado por un producto de calidad o por la veracidad en la información de lo que se esté comunicando. Ojalá que cada vez más empresas mexicanas siguieran el camino de Corona y considerarán que el horizonte es más amplio que los negocios con el gobierno.

Cambiar o desaparecer.

Hace poco más de dos años la compañía de fotografía Konica unía operaciones con Minolta. Con la fusión ambas empresas buscaron consolidarse frente a rivales como Kodak y Fuji Films. En los documentos de la fusión uno de los objetivos era convertirse en una de las 500 compañías más grandes del mundo. Konica venía de una larga historia en la industria que se remonta hasta el siglo antepasado cuando vendía materiales fotográficos en Japón. Sus aparatos fotográficos son tan buenos que en 1962 el astronauta John Glen utilizó una de sus cámaras para tomar imágenes en el espacio. Durante la década del ochenta y noventa la compañía supo como adaptar los nuevos adelantos tecnológicos a sus aparatos cámaras.
Los últimos años han resultado ser un cataclismo para la industria fotográfica. La tecnología de las cámaras digitales se ha transformado en muy poco tiempo el escenario de los negocios para los grandes competidores. Ninguna de las tres compañías más grandes de la fotografía en el mundo pudieron prever que el cambio sería tan acelerado. Kodak y Fuji se encuentran en una profunda crisis derivada de la transición a la fotografía digital.
La mejor lección de toda esta transición la ofrece Konica Minolta. Desgraciadamente para más de tres mil empleados de la firma la lección que ofrece no es de éxito. La semana pasada Konica Minolta anunció la desaparición de la marca. La compañía no pudo lograr la transición a la fotografía digital, los sueños de formar parte de una de las Fortune 500 terminó hace unos días.
La empresa de fotografía nos muestra que por más experiencia y tamaño nadie es inmune a los constantes cambios que plantean los avances tecnológicos.
En estos primeros años del siglo XXI el concepto clave es: “economía del conocimiento”. La diferencia entre aquellos que saben y aquellos que no, es cada vez más grande. La economía del conocimiento se encuentra inevitablemente ligada a la tecnología. Ahora la tecnología no solo requiere de una fuerte infraestructura de conocimiento, ahora la tecnología es parte del proceso para adquirir conocimiento.
En el mundo que se esta perfilando para la primera mitad del siglo XXI existirán dos clases de países, los que produzcan conocimiento y aquellos cuya ventaja se encuentre en las materias primas y la mano de obra barata.
Por eso la situación actual nos plantea una situación similar a la de Konica Minolta. Para un país como México que se encuentra a medio camino entre una sociedad de conocimiento y una sociedad de productos básicos resulta indispensable centrarse en el desarrollo del conocimiento.
Si bien la tecnología es polarizante también ha reducido las barreras de entrada para muchos negocios, la tecnología potencializa las posibilidades de creación debido a que difunde el conocimiento y sus aplicaciones.
El volumen de conocimiento al que ahora tenemos acceso no es una panacea. Las empresas y personas que tienen más valor en términos económicos son aquellas que tienen la capacidad de discernir y discriminar la información útil de la inútil.
Una gran área de oportunidad para realizar negocios la ofrece la administración de la información, la clasificación pero sobre todo y más importante la interpretación de la misma.
Por eso es que no basta con una computadora con acceso a internet de banda ancha, es necesario desarrollar la capacidad para discriminar y utilizar la información útil. Al igual que Konica Minolta un país como México con amplios recursos humanos y económicos debe apresurarse para generar las condiciones necesarias para formar parte de las economías del conocimiento, porque sí bien somos grandes exportadores de mano de obra barata cada vez será más difícil competir con países como Bangladesh o China en este rubro. Como en el caso de Konica Minolta tres años son suficientes para quedarse atrás en la dinámica mundial.