9/27/2005

Blogs

Como ya se ha comentado anteriormente la red ha modificado la forma en la que se reportan las noticias. En México todavía no estamos muy integrados a esta tendencia aunque probablemente como ha sucedido tantas otras veces más temprano que tarde estaremos a la par de la tendencia global.

Por lo pronto les recomiendo ampliamente: http://hotzone.yahoo.com
Ójala este sea el futuro del periodismo.

9/23/2005

México 2020.

Hace unos días tuve la oportunidad de revisar un reporte del comité de inteligencia de los Estados Unidos en donde se establecen escenarios mundiales de cara al 2020. Los comités de inteligencia en el mundo se dedican a investigar los temas relacionados con la seguridad nacional de los países, además controlan a las agencias de seguridad y se encargan de garantizar que las distintas instancias de gobierno realicen su trabajo para garantizar la seguridad manteniendo bajo control actividades como el espionaje y los trabajos de inteligencia.
El comité de inteligencia de los Estados Unidos cada 5 años realiza un reporte en donde establecen escenarios mundiales para los próximos 15 años. Este tipo de trabajos le permite a los tomadores de decisiones definir estrategias y políticas de largo plazo.
El documento no es ninguna panacea ya que refleja la estreches de miras que afecta al gobierno de la Unión Americana en su comprensión del mundo. En el documento por ejemplo, México no es considerado un actor revelante ni se toma como un factor fundamental para los Estados Unidos, en cambio Brasil es considerado como uno de los países que puede convertirse en potencia media. Sin duda si se considera a Brasil debe considerarse a México ya que al menos en tamaño económico y estabilidad política se encuentran más o menos en las mismas condiciones aunque con claras particularidades, México incluso por su estrecha relación tiene más importancia que para Estados Unidos que la mayoría de los países. La falla no solo es de los estrategas estadounidenses también refleja la incapacidad de la Secretaría de Relaciones Exteriores para proyectar y capitalizar el peso que ya tiene México en la Unión Americana.
Pero en general, ¿porqué tendría que importarnos lo que los vecinos del norte piensen del mundo en el 2020?. Considero que nos debe importar porque finalmente podemos ver que lugar ocupa México para ellos ya que nos guste o no son el país más influyente en el mundo y particularmente para México por los vínculos sociales, económicos y por consecuencia políticos.
Además de ello establecen las tendencias globales lo que nos permiten definir nuestras propias estrategias y las acciones inmediatas que debemos tomar para llegar bien al 2020. El ejercicio ayuda sin duda a darnos una mayor perspectiva y entender que México va más allá del horizonte del 2006. En el aspecto individual nos puede ayudar a identificar que podemos hacer para no quedar fuera del mundo.
Las tendencias para el 2020 más relevantes establecidas en el documento que nos pueden ayudar a nivel individual son: la globalización es irreversible y será cada vez menos occidentalizada. Se dará un fuerte surgimiento de China e India como actores económicos y políticos en el escenario internacional.
De las dos tendencias anteriores debemos entender que México tiene que tratar en la medida de los posible de encontrar sus áreas de oportunidad para beneficiarse de la expansión económica de China e India. La semana pasada en este espacio hablamos de un posible nicho en cuanto a los alimentos con respecto a China. A la India la abordaré en un espacio posterior. A nivel individual, aquellos que logren especializarse en áreas que tengan que ver con Asia especialmente en comercio tendrán buenas perspectivas para el futuro, aprender chino mandarín o japonés sin duda será muy útil.
Otras tendencias relevantes son: Estados Unidos seguirá siendo el actor más poderoso del mundo económicamente, tecnológicamente y militarmente. Esta no es ninguna sorpresa pero debemos entender que México tiene una gran oportunidad por su ubicación geográfica ya que podemos capitalizar el crecimiento de Asia e India y nuestro acceso al mercado estadounidense. De ahí deriva que inevitablemente hay que aprender inglés.
Por último en el reporte se menciona que la brecha entre los países pobres y ricos estará cada vez más definida por la tecnología. Si México como nación quiere mejorar e incrementar su desarrollo debe poner un mayor énfasis en una educación mas competitiva para tener una base fuerte con la que podamos adaptarnos y aprovechar las nuevas tecnologías. En la dimensión personal debemos acercarnos y mantenernos al tanto de los avances tecnológicos.
México vive una coyuntura importante con grandes potencialidades como son el petróleo, el bono demográfico, los avances en el sistema político. No obstante también enfrentamos grandes retos como la desigualdad, el atraso en la educación, la falta de consolidación institucional, la inseguridad y la corrupción. Es deseable que, “México 2020” sea definido por nuestras potencialidades y no por los obstáculos.

9/19/2005

“Otla vez alloz”.

“Otla vez alloz”.

Todo el mundo habla de China, en Estados Unidos no los dejan comprar petroleras ni les aceptan sus textiles. Algunos ven al país asiático como la próxima gran amenaza y muchos otros como la gran oportunidad.
El mundo asiste al parto de este gran gigante con poca preparación. Ahí tienen el ejemplo de la Unión Europea que decidió imponer cuotas a los textiles chinos para luego rectificar debido a la compleja interdependencia del mundo.
México evidentemente también tiene sus reacciones, en la prensa aparecen cada tercer día comparaciones que nos muestran, como el gigante asiático va dejando atrás a México. Primero como segundo socio comercial de la Unión Americana eh incluso en la producción de vírgenes y Juan Diegos.
Del mundo empresarial hay dos reacciones principales: las grandes compañías ven en el mercado chino grandes oportunidades de crecimiento debido a que el país cuenta con una población de mil 300 millones de personas, es decir que por cada mexicano hay 13 chinos. El otro tipo de empresario que por lo regular es más pequeño, se queja amargamente, ya sea un productor de textiles en Italia, ya sea un productor de aparatos electrónicos en Estados Unidos.
En este caso los empresarios mexicanos no son la excepción todos los días se quejan de las importaciones chinas, que por cierto si son un gran problema cuando no pagan impuestos, se quejan de prácticas de dumping que también son un problema. (Por cierto dumping es cuando un país mantiene artificialmente bajos el precio de cierto producto para desaparecer a la competencia). Incluso hacen llamados nacionalistas para consumir lo mexicano.
La realidad es que las quejas no son una solución ni mucho menos una respuesta, quejarse no genera empleos ni nos hace más competitivos. El diagnóstico es obvio: son muy grandes, compararnos con ellos todos los días es inútil, están en otra liga definitivamente no vamos a competir produciendo más acero o más textiles, tampoco en maquila y en salarios simplemente no competimos. El nacionalismo tampoco es una tabla de salvación, al final los consumidores se benefician de los precios baratos.
Como todo gigante China enfrenta seis grandes retos. Uno de ellos se da en torno al ejército ya que tiene muchas prebendas que lo hacen muy poderoso hacia el interior del país por lo que evidentemente sus intereses chocan constantemente con el pragmatismo de la clase política.
El segundo reto del país asiático es ecológico porque el gran crecimiento económico y la acelerada industrialización están causando una gran devastación ecológica que los afectará en lo económico inevitablemente.
El tercer reto es de carácter político debido a que con el nacimiento y crecimiento de la clase media también se incrementan las demandas por una mayor participación política. En los medios se ventila poco pero ha habido un fuerte incremento en las rebeliones en los pueblos y las ciudades.
El cuarto reto tiene que ver con el petróleo, y es que el modelo de crecimiento del mundo esta inevitablemente ligado al consumo de petróleo.
El quinto desafío que enfrenta china se refiere a la equidad demográfica de genero resulta que la cultura y las políticas gubernamentales que ayudaron a frenar el crecimiento de la población limitando el número de nacimientos a un solo hijo y privilegiando el al varón provocó que ahora haya una fuerte necesidad de mujeres.
El último punto tiene que ver con el título de esta columna y es que conforme aumenta el ingreso medio de los chinos también aumentan sus demandas por nuevos alimentos por lo que cada vez más a menudo los chinos dirán como en el chiste “otla vez arroz” que lejos de tener una intención despectiva busca descubrir una oportunidad.
En los problemas chinos México puede encontrar oportunidades. En el primer reto nos los podemos ayudar, en el de la política tampoco, en el de la ausencia de las mujeres menos porque aunque se fueran todas las mexicanas no alcanzaría y además sería muy nocivo, en el reto ecológico podríamos ayudar pero por ahora es muy difícil. Entonces nos quedan dos oportunidades el petróleo y la comida. En cuanto al petróleo eventualmente podríamos beneficiarnos siempre y cuando la clase política estuviera dispuesta asumir los costos de una indispensable reforma, aunque en realidad nuestro petróleo con reforma o sin ella es para nosotros y para los vecinos del norte.
Eso nos deja el sector agroalimentario que México no ha aprovechado. El gran mercado de alimentos que implica China. Ya beneficia a países como Brasil y Argentina que ya exporta grandes cantidades de granos. México podría explorar esta posibilidad e impulsar el cultivo y las exportaciones de frutas y legumbres en los que México podría encontrar un nicho de mercado. Así la próxima vez que los chinos digan: “otla vez alloz” podrían comer un aguacate mexicano.

9/14/2005

Catástrofes aniversarios y seguros.

Catástrofes aniversarios y seguros.

En los últimos días se ha observado como el país más poderoso de la tierra no ha podido articular una respuesta frente al huracán Katrina. Los tres niveles de gobierno, local, estatal y federal no pudieron prever la crisis humanitaria que causaría el huracán. No pueden argumentar sorpresa como en el caso del 11 de septiembre ya que el evento tenía un tamaño de más de 200 kilómetros y se acercó a Nueva Orleans y Luisiana en un proceso de varios días.
Como ya se ha dicho incansablemente los más afectados fueron los pobres que en la Unión Americana normalmente son negros y también latinos. Pocos pensarían que un país con un presupuesto militar de 400 mil millones de dólares dejaría los cadáveres de sus ciudadanos pudrirse en las calles.
Lo ocurrido en los con nuestros vecinos del norte debe hacernos pensar de cara al vigésimo aniversario de uno de los desastres naturales más fuertes que ha enfrentado el país. Habló de los terremotos del 19 y 20 de septiembre de 1985.
Hace 20 años la capital del país experimentó un verdadero cataclismo, en ese entonces las autoridades también se vieron rebasadas y fue la sociedad civil la que pudo dar una respuesta.
Hace 20 años De la Madrid al igual que Bush tardó días en reconocer la magnitud de lo ocurrido, los primeros días fueron de parálisis. Todo esto nos debe llevar a preguntarnos ¿si estamos preparados para afrontar un nuevo terremoto?.
Se requeriría de hacer un estudio para determinar cual es la capacidad de reacción de las autoridades y cuales son las medidas que se deberían tomar para aminorar los daños. Posterior a las terremotos del 85 se tomaron algunas medidas, en las escuelas se hacían simulacros, protección civil realizó estudios para determinar las zonas de poco riesgo en caso de un terremoto. Sin embargo, conforme fue pasando el tiempo los simulacros se fueron espaciando hasta que se realizan cada año en el aniversario del primer terremoto. Las zonas seguras han quedado borradas de los edificios nuevos y viejos.
Desconozco si el impulso en los nuevos fraccionamientos de interés social cumplen con las normas de calidad en cuanto a materiales para evitar que como sucedió en el 85 los edificios se desplomen como casas de naipes. Pero a juzgar por la rapidez y urgencia para aprovechar el mercado y bajar los costos hay que se un tanto escéptico.
Lo cierto es que como organización social somos particularmente vulnerables a las catástrofes naturales. Uno de los factores que ayudan a la reconstrucción y ha disminuir el descalabro económico a nivel social, son los seguros.
En México no existe una cultura del seguro, el común de las personas no considera al seguro como un elemento fundamental en sus vidas. La cultura de prevención en nuestro país no está muy arraigada y eso aumenta nuestra vulnerabilidad.
Más allá de la ausencia de una cultura de prevención las compañías aseguradoras tampoco han sabido promocionarse. Además según la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios y Servicios Financieros (Condusef) el año pasado las quejas en contra de las compañías crecieron 30 por ciento debido en mayor medida a que las compañías de seguros buscan retrazar lo más posible el pago de los siniestros con la finalidad de jinetearse el dinero. A esto se suman un gran número de quejas por los seguros masivos como los que venden los bancos que la mayor parte de las veces no responden a las necesidades de las personas.
El problema de los seguros en nuestro país es muy complejo, quizás hace falta un en foque como el de la “base de la pirámide”, del que hablamos la semana pasada, que consiste en diseñar productos para que la mayor parte de la población que no tiene mucho dinero pueda acceder a este tipo de servicios, por ejemplo: hay seguros masivos de vida que tienen un bajo costo y que por lo tanto pagan poco dinero en caso de una enfermedad o fallecimiento. Esos seguros se pueden complementar con seguros también baratos debido a que tienen un alto deducible por ejemplo: de 100 mil pesos. Las compañías permiten seguros concurrentes es decir que con un seguro se pague el deducible de otro seguro de tal suerte que se pude tener una buena cantidad asegurada con un precio no tan alto. En realidad deberían ser las aseguradoras las que tendrían que preocuparse por diseñar productos para la base de la pirámide.

9/04/2005

Los grandes negocios se hacen sin corbata.

Los grandes negocios se hacen sin corbata.

Cuando imaginamos a un empresario regularmente viene a nuestra mente un ser encorbatado poseedor de una gran empresa que produce miles de millones de dólares. Sin embargo, las imágenes no son siempre acertadas hay un nuevo modelo para hacer negocios que no implica corbatas ni grandes empresas, lo único que requiere es una buena visión y una gran dosis de realidad.
Hace unos días tuve la oportunidad de asistir a un foro en donde se habló acerca del futuro del crecimiento económico y la sustentabilidad mediante un enfoque que se llama: La base de la pirámide. El concepto se refiere al desarrollo de estrategias para generar ecosistemas de mercado que permitan la creación de nuevas empresas y la prosperidad de las ya existentes, vendiendo y generando crecimiento en la base económica de la pirámide mundial, es decir con los más pobres.
Hace unas semanas hable en este espacio acerca de que el mundo en el siglo XXI se divide en: consumidores de primera, consumidores de segunda y no consumidores. El concepto de la base de la pirámide supone un cambio en esta concepción.
La propuesta suena interesante debido a que es difícil imaginar un modelo de desarrollo y crecimiento que funcione en el largo plazo cuando no están considerados 4 de cada seis seres humanos en el planeta.
La base de la pirámide propone considerar a los 4 mil millones de habitantes del planeta que no califican como consumidores. La apuesta del enfoque va más allá de venderles, consiste en un entendimiento profundo de como funciona la dinámica en estos sectores. El concepto implica grandes oportunidades no solo para las grandes empresas, también para los que forman parte de la base de la pirámide y para los que no necesariamente forman parte de este numeroso sector pero se acercan.
Un buen ejemplo del enfoque es lo que ha hecho Cemex que por cierto es una de las tres cementeras más grandes del mundo. Después de la fuerte crisis del 95 el sector de la construcción en México cayó fuertemente debido a que las empresas no tenían dinero. Por lo tanto Cemex vendía poco y se preguntaba que podía hacer para vender más. Entonces se dio cuenta de que el 40 por ciento de la construcción en nuestro país se hace de manera informal, es decir gente que construye su casa sin un proyecto, primero un cuartito por aquí otro por allá y así a lo largo de los años hasta que se convierte en una casa abigarrada de muchos cuartos.
Cemex se dio cuenta de que no había considerado a todas estas personas y pero aún, no tenía ni idea de como venderles. Sus esquemas de ventas estaban pensados para constructoras grandes y medianas y el mercado de bajos recursos quedaba cubierto mediante pequeños distribuidores que venden cemento costal a costal.
Ante este panorama la empresa hizo algo que pocas compañías hacen, llevaron a un equipo a vivir en un barrio marginal en donde la gente iba construyendo poco a poco y de manera improvisada. Se pasaron un año ahí para entender como es que la gente compra ladrillos y mezcla, ¿en donde?, ¿como consigue el dinero? ¿cuanto desperdicia? ¿como decide que cuarto construir?.
De la experiencia nació un programa llamado “mercados de autoconstrucción” que consiste en asesorar a las personas para que no compren más material del que necesitan, los asesoran también para que realicen un pequeño proyecto con la finalidad de identificar sus necesidades más relevantes, estos dos detalles son fundamentales para bajar los costos en la construcción de un cuarto. Cemex se dio cuenta que la gente solo ahorra mediante tandas de cien pesos por lo que desarrollaron créditos para comprar material que se hiciera en pagos de 100 pesos mensuales. La estrategia de Cemex demuestra porque es una de las pocas empresa mexicanas de clase mundial. Tanto a nivel personal como a nivel de las empresas es necesario estar siempre listo para innovar y diagnosticar cuando no estamos haciendo algo bien y para darse cuenta de las oportunidades que están ahí.
Me parece que el concepto de la base de la pirámide es una buena respuesta para generar un modelo que permita estructurar a los grandes sectores de la economía informal, mediante la sistematización y capitalización de lo que muchos ya hacen de manera informal y sin corbata.