Maniaco-Depresivos

Hace unos momentos concluyó la conferencia de Alan Greenspan en el marco de la Convención Bancaria de Acapulco. Las palabras de Greenspan no contenían mensajes radicalmente nuevos y sin embargo, todos las seguían atentamente. El ex presidente de la Fed, sigue rodeado de un cierto misticismo y aura de oráculo. Volvió a mencionar el tema de las burbujas y al escucharlo con respecto a este tema, no pude evitar pensar que de acuerdo a su visión, la especie humana es maniaco depresiva y es que de acuerdo a Greenspan  no se puede suprimir el frenesí  eufórico que infla a las burbujas y que siempre seguido de una etapa de miedo. Greenspan considera que el único  Prozac o remedio son los sistemas cerrados por lo que la cura es más cara que la enfermedad.  

Una de las curas que propone Greenspan para reducir aunque no evitar el riesgo de otro episodio sicótico de la economía es aumentar los requerimientos de capital de los bancos. En México tuvimos nuestro episodio sicótico en 1995 por ello es que el sistema financiero mexicano no ha sufrido un choque como lo ocurrido en Estados Unidos y Europa. En este transcurrir del sistema bancario mexicano ha sido fundamental la Comisión Nacional Bancaria y de Valores cuyo titular Guillermo Babatz ha realizado un gran papel, aunque de acuerdo a su gente cercana esto no ha sido plenamente apreciado. Ayer en el marco de la entrevista con Babatz la gente cercana a él nos comentaba que los mil 300 empleados de la Comisión son una de las mejores fuerzas laborales del gobierno federal, que conduce investigaciones dignas de un filme de James Bond.

La Convención de este año también mostró un sólido y legítimo intento de Jesús Ortega de construir una izquierda sofisticada que le hace tanta falta al país.

Además de las interminables conferencias y discursos la Convención también ofrece experiencias inusitadas como encontrarse a Carstens en el baño, o ver al poderoso Guillermo Ortiz saliendo mojado en traje de baño y la posterior foto al siguiente día en el Universal en donde se le ve nadando en aguas someras o profundas.  Por cierto Greenspan no se quita el traje ni en Acapulco.

A alguien como yo cuyo medio de vida es conseguir entrevistas con empresarios y banqueros de altos vuelos y captar información de la fuente primaria, la Convención ofrece una sensación similar a la que debe sentir un león cuando ve el Serengueti atestado de cebras, antílopes, ñus.