El día de ayer a medio día el presidente anunció con bombo y platillo que este año las empresas agrupadas en el Consejo Ejecutivo de Empresas Globales invertirán este año 6 mil 300 millones de dólares lo que redundará en la creación de 27 mil 300 empleos. Menos de una hora después el secretario de Hacienda Agustín Carstens daba a conocer que la economía cayo en el primer trimestre 8.2 por ciento a tasa anual.
Ayer por la noche en el noticiero de López Dóriga se presentó primero la nota del presidente y luego, como que no quiere la cosa, las declaraciones de Carstens. Hasta ahí la estrategia de comunicación de la Presidencia había cometido su objetivo. Sin embargo, hoy por la mañana las ocho columnas de los principales diarios del país es el –8.2 por ciento y no los 6 mil 300 millones de dólares. Bien por los periódicos que advierten en la cifra una debacle importante, no obstante, sería aun más deseable que la agenda mediática conectara temas. Desde que se minimizaron las medidas frente al brote de influenza la agenda mediática ha ido de escándalo en escándalo, primero Ahumada, luego Miguel de la Madrid ahora Zacatecas. Los actores políticos y legisladores se posicionan frente a estos escándalos, en cuanto al debate del modelo económico este no existe. A lo más las declaraciones del poderoso senador Manlio Fabio Beltrones que regaña al ex presidente Zedillo al decir que los “tiempos políticos” no se prestan para las reformas estructurales. Ojalá que los “tiempos políticos” produjeran riqueza, pero es obvio que no ocurre así. Tampoco las estrategias de comunicación producen riqueza, una agenda proactiva con el legislativo, sí lo haría.
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