México tiene severos problemas en el retrovisor y es que el día de ayer los CEO´s de GM, Chrysler y Ford fracasaron en su intento de convencer al Congreso de su país para que les otorguen un crédito por 25 mil millones de dólares que les permita evitar la bancarrota.
En algún punto de su comparecencia el CEO de GM Rick Wagoner dijo que pagarían con creces la fe de los contribuyentes estadounidenses, el que el capitán de una de las mayores compañías del mundo pida tener fe a sus posibles acreedores habla de la desesperación y de la falta de un plan de negocios viable.
La eventual quiebra de GM, Ford y Chrysler es de vital importancia para México ya que cuentan con nueve plantas en nuestro país y hay ciento de miles de empleos directos e indirectos que dependen de la industria automotriz además representan un porcentaje significativo de las exportaciones de nuestro país.
No obstante, no todo está perdido debido a que una de las primeras acciones de Barack Obama será impulsar el plan de rescate lo que le generará su primer costo político como habitante de la Casa Blanca.
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