Cuando hablamos del escudero de los precios bajos inevitablemente nos referimos a Wal Mart. Detrás de la oración digna de un folletín de descuentos sabatinos, se oculta un fuerte concepto que ha definido al mundo en los últimos años.
El tema Walmart es discutido por muchas personas, se han escrito libros, se han hecho reportajes de lo que implica el desarrollo y crecimiento de la empresa más grande del mundo.
En México la tienda comenzó a través de una asociación 50/50 con Grupo Cifra que era dueña de Suburbia, Vips, Superama y Aurrera. En 1997 todos sentimos un poco de nostalgia al ver desaparecer las letras rojas y negras del nombre, Aurrera para ser sustituidas por las letras blancas sobre fondo azul de Wal Mart.
De entrada es necesario mencionar que es la empresa privada más grande de México por ventas y por número de empleados que suman unas 120 mil. Todo comenzó con un señor llamado Sam Walton que tenía una pequeña tienda en Bentonville Arkansas, un pequeño pueblo perdido en la zona centro de la Unión Americana. El singular personaje estableció tres principios: respeto a los individuos, servicio a los clientes y buscar la excelencia.
Hasta ahora todo parece un cuento de hadas, sin embargo, Sam Walton entendía un concepto muy bien: “precios bajos”. Toda la estrategia de Wal Mart se desarrolló bajo este principio y así la tienda logró expandirse y dominar el sector de los supermercados en la Unión Americana.
Precios bajos es un concepto que podría definir buena parte de la dinámica económica mundial. El motor fundamental de la globalización no es el “libre mercado”son los precios bajos.
El modelo Wal Mart busca ofrecer los precios más bajos a sus clientes y ha definido un modelo de desarrollo en el mundo. Casi todas las empresas buscan bajar sus costos para volverse más competitivas, por lo tanto los países también buscan reducir sus costos y por supuesto las personas se dan cuenta que o aumentan sus habilidades de competencia o reducen sus sueldos y beneficios. Tan solo hay que preguntarles a los trabajadores estadounidenses de General Motors, Ford, Delta Airlines o de HP.
Esto modelo no es del todo malo, ya que al mismo tiempo que unos son afectados otros son beneficiados debido a que pueden obtener productos más competitivos haciendo que su dinero valga más.
La disertación teórica acerca de las bondades y fallas de este sistema las abordare en otro espacio. El hecho es que como la gravedad, los precios bajos existen y nos afectan, no obstante, hay quienes gritan a los cuatro vientos que la gravedad es injusta y que no debería existir.
La Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicios y Departamentales (ANTAD) constantemente se queja de la competencia de Wal Mart.
El otro día fui a la tiendita de la esquina de mi casa, y entendí porque se quejan de Wal Mart. Primero tuve que esperar a que una mujer de mala cara entendiera que yo deseaba jamón de pierna, después de cortar el jamón y despachar 250 gramos de queso en un tiempo que parecía interminable, ofrecí el dinero para pagar con un billete de doscientos pesos. La señorita mala cara, ¡no tenía cambio!, tal vez hubiera sido buena idea que preguntara antes o mejor aú que tuviera cambio. Salí de la tiendita sin jamón y sin queso pero con la firme de decisión de caminar a 5 minutos más a un Wal Mart en donde podría escoger el jamón y queso de mi preferencia probablemente a un precio más barato y sobre todo seguramente ellos si tendrían cambio.
Entonces me di cuenta que mientras los miembros de la ANTAD se quejan amargamente, Wal Mart ya desarrolla un nuevo modelo de negocios para competirle a las tienditas. Deseo de corazón que no desaparezcan la Miscelánea Lupita, la tiendita La Popular, La Tienda de “Don Juan” pero la verdad es que si no se preocupan por coordinarse y encontrar de manera conjunta sus ventajas competitivas, entonces como la manzana de Newton eventualmente caerán.
10/21/2005
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