5/18/2009

Campañas políticas en México

Hoy comienzan formalmente las campañas políticas en México para la elección intermedia mediante la cual se renovará al Congreso. A diferencia de otras elecciones esta me provoca una gran apatía. Mis primeros recuerdos de la política son de Miguel de la Madrid al que recuerdo de niño como un tipo gris que hablaba en un lenguaje incomprensible, mucho tiempo pensé que no entendía porque era niño y después comprendí que solo entendían los que podía sobreponerse al sopor de los discursos del presidente. Después vino la elección de 1988 y el reclamo de fraude flotaba en el ambiente, aunque después parecía que México entraba en una nueva etapa de la mano de Carlos Salinas.

Para 1994 era inevitable estar atento a las elecciones, habían matado al candidato oficial unos meses antes de la elección, los Zapatistas habían surgido en la Lacandona y había entrado en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Desde mi perspectiva en ese entonces una guerra civil parecía cercana, en el país había un ambiente de alarma permanente, parecía que en cualquier momento ocurriría algo y en ese contexto Ernesto Zedillo ganó la presidencia, aunque no tuvo mucho tiempo para celebrar ya que el 22 de diciembre de 1994 surgió una de las peores crisis económicas del país.

En 1997 fue la primera elección en la que pude votar y había particular interés en observar si habría una alternancia de partido en la gubernatura de la Ciudad de México que por primera vez podría dejar atrás a la figura del regente. Cárdenas ganó la elección lo que abrió la posibilidad de un relevo del PRI en el año 2000.

Unos meses antes de la elección del 2000 yo regresaba de una larga estancia fuera del país y una de las primeras cosas que recuerdo fue: “Labastida: Bienestar para tu Familia”. Patético. En esa histórica elección ganó Fox bajo la dinámica del voto útil que dejó a Cárdenas fuera. A pesar del bono democrático Fox desperdició miserablemente una gran oportunidad de cambio para este país.

Para la elección intermedia de 2003 me acerque a varios partidos y en general no encontré ninguna estructura formal para participar.

La elección de 2006 fue otro capítulo emocionante de la vida democrática de México. La polarización del país fue exacerbada por la temprana animadversión del gobierno federal hacia López Obrador que fue un gran táctico de la política aunque un pésimo estratega. López Obrador logró capitalizar como pocos lo ataques en su contra y logró polarizar aún más, a su favor, tanto así que tres meses antes de la elección ya era el virtual presidente de México. No obstante, su falta de estrategia combinada con cierta soberbia lo llevó a perder a parte de la clase media lo que le quitó el margen para una victoria sobrada. A mi personalmente me perdió con su respuesta a los video escándalos, un ilustre de la izquierda decía se vale meter la pata pero no las manos. Después su visión económica me asustó por primitiva y dogmática, componentes claros para una debacle, para cuando su autoritarismo se hizo evidente ya estaba muy lejano a votar por el peje.

Ganó Felipe Calderón por un margen pequeñito, la elección puso a prueba a las instituciones democráticas que sobrevivieron por poco, sin embargo, el reacomodo del IFE podría desaparecer la poca legitimidad que le queda a este instituto político.

Esta elección a diferencia de todas las anteriores me provoca una gran apatía, nunca había sentido tanta desconexión con la clase política mexicana, los asuntos de la agenda casi no tienen nada que ver con las necesidades del país y sus ciudadanos. Los poderes fácticos, están más enquistados que nunca, el discurso político es anticuado en fondo y forma,  la autocensura es el pan de todos los días, el análisis queda sujeto a los intereses concretos, la política de la izquierda y la derecha es puramente pragmática. A todo ello se suma la falta de un relevo generacional, no porque no haya políticos jóvenes, los hay, sin embargo, su discurso está lejos de presentar una renovación. Los políticos de mi generación o más jóvenes lejos de reinventar buscan un acomodo en el estatus quo. La elección de este año sería totalmente inútil a no ser por algunos esfuerzos marginales pero esperanzadores. Uno de ellos es el de mi amigo Azpiroz que aquí presenta su video inicial.     

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