¿ALCARAJO?

La semana pasada el presidente Vicente Fox fue muy criticado por sus declaraciones en el marco de la reunión hemisférica celebrada en Mar del Plata Argentina.
Mientras Hugo Chavez gritaba “ALCA, ALCA, ALCARAJO” el presidente Fox defendía el posible acuerdo y Lula esperaba.
La reunión hemisférica tenía por tema principal el trabajo y las paradojas que implica su generación. Es una pena que los estadios llenos y Maradona sepultaron este tema fundamental en función de criticar al ALCA. A pesar de ello la discusión del ALCA tiene mucho que ver con el empleo y el crecimiento.
En Mar del Plata se establecieron tres posturas principalmente agrupadas en Brasil, Hugo Chávez y México.
Primero abordemos a Brasil. El país sudamericano al igual que México es una nación con grandes desigualdades, con una zona altamente industrializada con capacidad para competir a nivel internacional contrastada por los problemas graves de pobreza y desigualdad.
La postura de Lula tiene dos argumentos que la sostienen. Por una parte busca aumentar su capacidad para competir y consolidar su posición dominante dentro del Mercosur antes de entrar en competencia directa con Estados Unidos y México. Por otro lado y más importante Lula no aprobará ningún acuerdo mientras Estados Unidos no termine con los subsidios a la agricultura que limitan a los cafetaleros de Brasil por mencionar solo uno de los muchos sectores del campo afectados.
En ese argumento tiene mucha razón el presidente de Lula. Antes de empezar a jugar respetemos todos las reglas cosa que se antoja difícil visto las declaraciones de W. Bush en esos días en donde dijo que su administración solo terminará con los subsidios agrícolas a la par de Europa. Y en Europa no van a aprobar su terminación en algún tiempo, sobre todo ante las imágenes de los coches humeantes de las calles de Paris.
El problema en América Latina es la visión simbolizada por Hugo Chávez que responde a una visión simplista, primitiva y hueca.
En la visión de Hugo Chávez el libre comercio es una forma de colonización, además implica pactar con W. Bush que a ojos de Chávez no es más que un asesino. La postura de Chávez es pura hipocresía y derrotismo. Así como ya se le olvidó que México fue el primer país en condenar el golpe de estado que lo derribó durante dos días, también parece olvidar en sus discursos incendiarios que su gobierno le vende casi todo su petróleo a los Estados Unidos. No menciona que el petróleo sirve para alimentar los tanques que ocupan Irak. Si Hugo Chávez fuera coherente tendría que dejar de venderle petróleo a Estados Unidos. argumento igual de simplista que los discursos de Hugo Chávez y que evidentemente serái un suicido para Venezuela.
Los líderes como Hugo Chávez generan muchas críticas y ninguna solución sustancial. Les encanta culpar otros de sus propias fallas. Les encanta apuntar sus dedos para acusar pero no los utilizan para construir. Ciertos sectores de América Latina utilizaron los últimos 50 años de quejarse de los Estados Unidos, parece que quiere completar otros cien años con esa pseudo propuesta.
Por último esta la postura de Vicente Fox, que es pragmática y realista. El 90 por ciento del comercio de México se realiza con Estados Unidos. No hay ninguna argumento racional que permita pensar que debemos darle la espalda los vecinos del norte.
El presidente Vicente Fox acertó al apoyar la firma del ALCA, quizás tiene fallas en cuanto a los procedimientos diplomáticos pero en cuanto al tema de fondo es acertado. El libre comercio sin duda beneficia a los países y a la población de los mismos. Existe un falso dilema en cuanto a este tema. Hay quien argumenta que el libre comercio a impulsado la desigualdad y la pobreza. Nadie puede negar que México tiene un gran reto para tratar de reducir la pobreza.
El problema de México es la desigualdad de oportunidades, por ejemplo, un niño nacido en la Sierra de Oaxaca o la costa chica de Guerrero no tiene las mismas oportunidades que un niño de Monterrey o el D.F. No obstante, el libre comercio no es el responsable de las desigualdades estructurales de nuestro país, esas vienen de décadas atrás incluso siglos. La desigualdad en buena medida tiene que ver más con nuestra sociedad e idiosincrasia.
En general el Acuerdo de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá nos ha beneficiado en muchos aspectos, existen estudios y datos que indican que hoy los mexicanos comemos mejor, vestimos mejor y tenemos un mejor nivel de vida aunque no lo parezca. Eso no quiere decir que vivimos en un país de fantasía, los retos son enormes.
Por eso:!ALCA si y Chávez al carajo¡.