La otra estafa.

La semana pasada escribí en este espacio acerca de la estafa en la que uno puede caer cuando busca trabajo. Hoy quiero escribir acerca de otra estafa que se relaciona con la anterior.
A veces ante la deprimida oferta laboral algunos chavos deciden continuar estudiando bajo el dogma de que sólo los que estudian triunfan en la vida, el título universitario en nuestro país equivale en muchas ocasiones al título nobiliario de tiempos de los virreyes. No quiero decir con esto que estudiar hace daño, por el contrario estudiar es una de las actividades más satisfactorias y definitivamente es una de las escaleras que puede ayudar a una mejora económica, no obstante, al menos en México no es el único camino y no es una garantía.
Uno de los problemas más comunes es que todos quieren estudiar lo mismo, Derecho, Comunicación, Administración, entre algunas otras. El problema es que el mercado laboral en México no genera los empleos suficientes para los cientos de miles de licenciados que cada año se gradúan y naturalmente luego vienen las frustraciones.
Una vez que un chavo se decide estudiar comienza un verdadero periplo. El primer problema surge al escoger la universidad. La opción más obvia es estudiar en una de las excelentes universidades públicas que hay en nuestro país como la UNAM o el Poli. Lo malo es que hay una gran demanda y si el chavo en cuestión no tiene pase directo, la cosa se complica porque hay literalmente cientos de miles de estudiantes que también quieren entrar.
Los que no logran entrar a una de estas universidades comienzan a buscar en el sector privado, las más destacadas son: el Tec, el ITAM, la Ibero, la UIC, la Salle, la UVM entre muchas otras, el problema de estás instituciones es que las colegiaturas resultan prohibitivas para la mayoría de las personas.
En este punto el joven se encuentra un tanto preocupado y decide darse un respiro por lo que enciende la televisión y ahí aparece, una vez más, el paraíso en la tierra a través de un comercial de la universidad CNCI.
No es que tenga nada personal en contra de esta universidad pero me parece que el activo más importante de está institución educativa son las guapas modelos que contrataron para los comerciales. Decidí averiguar un poco más en el sitio de internet del CNCI. Lo primero que uno nota es que al contrario de lo que sucede en otras universidades el sitio de internet no muestra fotos de las instalaciones, en cada apartado se encuentra la hermosa cara de una niña, de las colegiaturas no hay noticias. Lo que si hay es un apartado para comprar una franquicia aunque tampoco se habla de ningún monto.El CNCI al menos tiene reconocimiento de la SEP y está bien establecida, sin embargo, hay muchas universidades patito por todo el país que muchas veces no cuentan con reconocimiento de la SEP. Además no ofrecen una educación estandarizada y la bolsa de trabajo sólo existe en el mundo de la fantasía. Estas universidades constituyen una gran estafa para muchos jóvenes que apuestan su dinero y tiempo en instituciones que no les ofrecen una verdadera solución. Antes de decidir que estudiar hay que reflexionar para lograr la armonía entre la vocación y la practicidad de la misma, también hay que evaluar en donde vamos estudiar, revisar la bolsa de trabajo y preguntar a los graduados o a los que están por graduarse cual es la situación en la universidad a la que pensamos entrar.